En nuestro país
existen muchas contradicciones entre el pago y la compensación de los impuestos
indirectos, ya que
existe una gran desproporción en el cobro de los tributos. De este modo resulta
importante mencionar que el sistema tributario, que de acuerdo con Villalobos
(2016) es el “conjunto de normas y organismos que rigen la fiscalización,
control y recaudación de los tributos de un Estado en una época o período
determinado, en forma lógica, coherente y armónicamente relacionado entre sí”
(p. 1). Esto, visto que todos los tributos existentes dentro de un ámbito
territorial forman parte del contexto de las finanzas públicas, por medio de
las cuales se considera al gasto público como una herramienta que permite dar
cobertura a las necesidades también públicas.
Así pues, es
evidente como en nuestro país cada día aumentan los impuestos indirectos
incidiendo directamente en los contribuyentes en tener contradicciones con el
pago, si bien es cierto que la falta de cultura y conciencia tributaria pueden
conducir a la evasión fiscal, de igual modo en la actualidad hay demasiada
presión tributaria algo que se desvincula de la realidad económica de los contribuyentes
que ya como todos sabemos la crisis en Venezuela cada día nos afecta más y más
y tras de eso pues suben los impuestos indirectos a unos montos exorbitantes y difícil
de cancelar, es decir, un sistema totalmente alejado de los principios
constitucionales de la tributación. En mi opinión personal considero que es
fundamental que el sistema tributario pues entienda y tenga un poquito de
conciencia con todos los venezolanos que atienda a la capacidad de los
contribuyentes y no nos consuma de manera desequilibrada las fuentes de riqueza
y bienestar.
En este sentido,
conviene precisar que los grandes incrementos en el pago de los impuestos
indirectos es un fenómeno que se cataliza en los sistemas tributarios
irracionales teniendo una elevada carga impositiva sobre los contribuyentes,
que no atienden a la capacidad contributiva y que tienden a agotar el
patrimonio de los contribuyentes, que obstaculiza nuestro desarrollo y la
continuidad de las actividades económicas.
En este sentido,
Londón (2022) aduce que la voracidad fiscal en Venezuela es “una manifestación
de la propensión a la confiscación tributaria que ejerce el Estado, a pesar de
que la propia Constitución Nacional se lo proscribe” (p. 1), denunciando así la
intensificación de este fenómeno en el país como consecuencia del
establecimiento de gravámenes por parte de los municipios con alícuotas
exageradas, especialmente en lo que respecta al impuesto a las actividades
económicas y a tasas por algunos servicios como el agua, la luz, a lo que se
suma el incremento exorbitante de los servicios de recolección de desechos
sólidos que prestan los municipios. Es así como con tantas contradicciones pues
se está afectando a todos los venezolanos quienes al no poder cumplir tanto con
la carga tributaria como con la satisfacción de sus requerimientos esenciales
como el alimento, vestido, esparcimiento, la salud, entre otros, convirtiéndose
el pago y la compensación de los impuestos indirectos en desproporcionados y
desconsiderados.
Referencias bibliográficas
· Ameliach M. (2019) Sentencia
reitera criterios sobre la compensación de créditos fiscales. Acceso a la
justicia. Disponible en: https://accesoalajusticia.org/sentencia-reitera-criterios-sobre-la-compensacion-de-creditos-fiscales/
- Arias C. (2022). La
voracidad fiscal. Un fenómeno actual en Venezuela. Disponible en: https://revista.uny.edu.ve/ojs/index.php/honoris-causa/article/view/169/203
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